Geografía de Tenerife
Volcanes, acantilados, calas, barrancos, piscinas naturales, bosques de laurisilva… La variedad geográfica de Tenerife es garantía de paisajes de postal. Conoce la geografía de las islas Canarias y los contrastes entre las islas.
El archipiélago de Canarias está formado por siete islas de origen volcánico divididas en dos provincias administrativas: Santa Cruz de Tenerife, con Tenerife, La Palma, El Hierro y La Gomera; y Las Palmas, con Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Todas las islas son bastante jóvenes, no llegan a los 30 millones de años de antigüedad.
La “reciente” formación de las islas Canarias ha permitido conocer cómo era la flora del Mediterráneo hace millones de años, ya que muchos de estos paisajes se han mantenido intactos en el archipiélago. Lo que hace tan especial a Canarias es la diversidad geográfica de cada isla. ¡Todas son diferentes!
Existen un sinfín de paisajes en Tenerife, desde las áridas cañadas volcánicas del Teide hasta los frondosos bosques de laurisilva del pico norte de la isla. Además, los miradores de Tenerife son una oportunidad perfecta para apreciar la variedad geográfica de la isla.
Este contraste también es palpable en las playas de Tenerife, que pueden ser negras, blancas, doradas, de piedras o de arena. Además, la costa tinerfeña también ofrece acantilados vertiginosos como los Gigantes o valles y barrancos como los de Masca.
La isla de los volcanes
Tenerife es la isla de más altitud gracias al Teide, un volcán que se erige 3.718 metros de altura y que es visible desde todos los puntos de la isla. El paisaje volcánico de las cañadas del Teide tiene una apariencia casi lunar, y es uno de los más fotografiados de Tenerife. Las cañadas del Teide han sido escenario de películas como Furia de Titanes y Hace un Millón de Años.
Como dato curioso, Tenerife está lleno de volcanes activos, incluido el Teide. La última erupción que vivió la isla fue la del volcán Chinyero en 1909, que duró diez días y no ocasionó daños a la población.
Las erupciones que se han vivido a lo largo de la historia de la isla han dejado huella en la geografía de Tenerife. Los charcos o piscinas naturales son pequeños recovecos en la costa originados por el paso de la lava. Otro gran reflejo del origen volcánico de Tenerife es la Cueva del Viento, uno de los tubos de lava más extensos del mundo.