Historia de Tenerife
¿Quiénes fueron los guanches? ¿Cuál ha sido la última erupción del Teide? ¿Qué batallas y conquistas ha protagonizado la isla? Descubre la historia de Tenerife desde sus orígenes hasta nuestros días.
Origen volcánico
Hace aproximadamente 25 millones de años, una serie de erupciones de lava en el fondo submarino provocaron que el magma del interior de la Tierra emergiera sobre el nivel del mar, dando lugar a siete nuevas islas a varios kilómetros de la costa africana occidental. Las islas Canarias acababan de nacer.
El origen de Tenerife y del resto del archipiélago tal y como lo conocemos hoy en día fue un proceso lento y continuado. Las islas más longevas son Lanzarote y Fuerteventura, seguidas por Gran Canaria, Tenerife y La Gomera; mientras que las islas más jóvenes son La Palma y El Hierro. Esta última tiene poco más de un millón de años.
En el siglo I D.C., el historiador romano Plinio el Viejo realizó una expedición a este recóndito archipiélago y regresó impresionado por la cantidad de perros salvajes o canes que habitaban allí. La traducción de este término al latín (canis) es la razón por que las islas canarias se llaman así.
Los guanches de Tenerife
Cuando los conquistadores castellanos llegaron a la isla, se encontraron a los aborígenes de Tenerife: los guanches. Este pueblo bereber procedente del norte de África se dedicaba a la ganadería y a la agricultura, conocía avanzadas técnicas de momificación y tenían sus propios dioses. Creían que el demonio vivía dentro del Teide y que cuando se enfadaba soltaba lava para castigar a la población.
Estos primeros pobladores de la isla vivían en cuevas naturales y tenían una cuidada organización territorial. Los guanches de Tenerife dividieron la isla en nueve reinos o menceyatos, cada uno con un mencey. Las famosas esculturas de Candelaria representan a los nueve menceyes de Tenerife: Acaymo, Adjona, Añaterve, Bencomo, Beneharo, Pelicar, Pelinor, Romen y Tegueste.
Hoy en día se conservan numerosos restos arqueológicos de los guanches, como herramientas, esculturas y momias. La mayoría de estos objetos se exponen en el Museo de Historia de Tenerife de La Laguna y en el Museo Arqueológico de Tenerife de Santa Cruz. Además, la localidad de Candelaria celebra cada agosto su Ceremonia Guanche, una de las festividades de Tenerife más seguidas del año.
Conquista española de la isla
La conquista de las islas Canarias duró aproximadamente un siglo, debido a la resistencia de la población y a la falta de recursos económicos. En la primera mitad del siglo XV, el normando Jean de Bethencourt conquistó a duras penas las islas de Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro. Años más tarde, los Reyes Católicos conquistaron Gran Canaria, La Gomera y La Palma.
En 1494, Tenerife era la única isla sin conquistar. Tras varias batallas que enfrentaron a los guerreros castellanos con los guanches, estos se rindieron y cedieron su isla a la Corona de Castilla. Cinco de los nueve reyes menceyes ofrecieron resistencia, inútilmente. La conquista de las Canarias finalizó en 1496.
Otras batallas y emigración a América
Los años siguientes a la conquista de Tenerife fueron tranquilos y prósperos, hasta que en 1797 el almirante británico Nelson trató de invadir la isla. El puerto de Santa Cruz de Tenerife era un lugar de paso obligatorio para las naves que partían hacia el nuevo continente, por lo que su importancia comercial era clave.
Los tinerfeños defendieron su isla con uñas y dientes y, aunque partían de una gran desventaja, lograron derrotar a las tropas británicas. En el museo del Castillo de San Cristóbal se expone el cañón El tigre, que arrancó un brazo a Nelson durante esta cruda batalla.
Desde el siglo XVIII, muchos canarios aprovecharon la llegada masiva de barcos con destino a América para buscar un futuro mejor en este continente. La emigración a Venezuela, Cuba y otros países americanos marcó la historia de Tenerife en estos años.
En 1833, Tenerife se convirtió en la capital de Canarias.
Erupciones volcánicas en Tenerife
Tenerife tiene más de trescientos volcanes en superficie y roza el millar contando los cráteres submarinos. La isla está considerada por los geólogos como una de las zonas con más actividad volcánica del mundo.
Gracias a las escrituras de Colón, se sabe que en 1492 hubo una erupción en Tenerife, que fue divisada por los marineros de las carabelas que iban hacia Las Indias. Siglos más tarde, en 1704, tres volcanes de Tenerife entraron en erupción simultáneamente: Siete Fuentes, Fasnia y Arafo. Tan solo dos años más tarde se produjo la mayor erupción volcánica de Tenerife hasta el momento. El volcán de Trevejo expulsó lava durante cuarenta días y sepultó casi por completo Garachico, que por entonces era el puerto comercial de la isla.
La erupción volcánica más reciente de Tenerife se produjo en 1909 y, aunque no provocó víctimas mortales, la lava que soltó el volcán Chinyero durante diez días se aceró peligrosamente a la población.
Tenerife a partir del siglo XX
En 1977, la historia de Tenerife quedó marcada por el accidente aéreo más grave de la aviación civil. Dos aviones chocaron en el aeropuerto de Tenerife Norte y 583 personas murieron, la cifra más alta de la historia de la aviación.
A lo largo de los siglos XX y XXI, Tenerife se ha colocado entre los destinos turísticos más visitados de España, gracias a su buen tiempo todo el año y a la multitud de atracciones y paisajes naturales que ofrece.
Además, la creciente inmigración de africanos, latinoamericanos y nórdicos ha provocado que Tenerife sea un destino que combina una esencia muy auténtica con matices de todas las partes del mundo. El turismo en Tenerife ha sido el principal motor económico de la isla desde el siglo XX, y continuará siéndolo durante mucho tiempo.